Así no, Reynaldo.

Ahora se publica en el periódico Expreso una carta a los lectores del investigador del Colegio de Sonora, Leopoldo Santos. 

Señor director:

Juan Manuel Sauceda Morales y Reynaldo Millán, diputados en el Congreso por el Partido de la Revolución Democrática se están convirtiendo en los Judas de la presente coyuntura política. No puede sacarse otra conclusión del hecho de que estén dispuestos a entregar su voto por una causa ajena, la del Plan Sonora Proyecta, que envuelto en el oropel de obras dibujadas en ‘Power Point’, en realidad esconde intenciones transexenales del grupo en el poder y ante las cuales, los diputados que en teoría representarían los intereses del pueblo, no solamente no ponen en claro los alcances del denominado plan, sino que con la mayor desvergüenza se declaran sus partidarios.

Esta actitud intriga sobre todo de Reynaldo Millán, un probado hombre de izquierda que durante su juventud mantuvo ideales y posiciones radicales contra las injusticias de los poderes reales que deshacen a este país.

Extraña mucho también, que a pesar de que los diputados perredistas se familiarizaron con la información que ponía en claro los alcances de este proyecto, salgan ahora, como lo hace Sauceda, conque esto traerá “grandes benefi cios” para Sonora.

Los diputados del PRD deberían aclararnos si están enterados de que podemos acceder a fuentes de fi nanciamiento menos costosos, y cuál es su propuesta en ese sentido.

Están obligados a explicar a la ciudadanía, cómo es que si la deuda que recibió el actual gobierno era de 2,800 millones, y después, en el año 2005, al autorizársele 2,300 millones para obras, la deuda subió a 5,200 millones, y todavía no hay un informe exhaustivo de los gastos.

Para el Sonora Proyecta, Bours está pidiendo en realidad 10 mil millones, y si deveras se pagaran los 5 mil 200 millones de la deuda actual, todavía quedarían libres 800 millones cuyo destino nadie precisa.

Los casi cuatro años de gubernatura de Bours han transcurrido en un contexto de enfrentamientos e intolerancia para los movimientos populares, para la clase trabajadora, para los periodistas, inclusive para los mismos legisladores, y lejos de buscar la armonía, los enconos se multiplican cuando más requerimos lograr acuerdos para enfrentar con mejores posibilidades la posibilidad de que la recesión norteamericana se agrave y nos golpee profundamente.

Hoy está en juego la palabra empeñada por los perredistas para enfrentar las presiones del poder y sacar la casta por los intereses de toda la sociedad sonorense. Por eso es importante advertirle al compañero que antaño abanderó las causas más justas, ¡así no, Reynaldo!.

Leopoldo Santos Ramírez

Hermosillo, Sonora, México.